lunes, 9 de abril de 2007

APRENDAMOS DE LAS ESCRITURAS

MOISÉS 1:1-11

Moisés 1:1. “Moisés fue arrebatado a una montaña extremadamente alta”.

La visión que se registra en Moisés 1 tuvo lugar después de que Jehová habló a Moisés desde la zarza que ardía pero antes de que éste sacara a los hijos de Israel de Egipto y cruzaran el Mar Rojo (véase Moisés 1:17, 25–26).


Moisés 1:2, 9–11. ¿Cómo pudo soportar Moisés la presencia de Dios?

Moisés pudo soportar la presencia de Dios porque “la gloria de Dios cubrió a Moisés” (Moisés 1:2); fue transfigurado (véase el versículo 11; véase también D. y C. 67:10–12).

El élder Bruce R. McConkie, que fue miembro del Quórum de los Doce Apóstoles, escribió:

“La transfiguración es un cambio especial que experimenta la apariencia y la naturaleza de una persona o cosa por medio del poder de Dios. Esa transformación divina eleva a la persona desde un estado más bajo a uno más alto y da como resultado una condición más exaltada, admirable y gloriosa…

“Por medio del poder del Espíritu Santo, muchos profetas han sido transfigurados para poder estar en la presencia de Dios y presenciar visiones de la eternidad” (Mormon Doctrine, segunda edición, 1966, pág. 803).


Moisés 1:3–8. ¿Quién habló a Moisés?

El personaje que le habló a Moisés fue el Jesucristo premortal, que es Jehová, el Dios del Antiguo Testamento.


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